El mirador de Foix
Desde este punto, se nos abre un espléndido paisaje de cultivos y viñedos conformado con el tiempo por el río Foix y sus afluentes y limitado al fondo por las montañas de la cordillera Prelitoral. Un conjunto de pueblos y masías, con el núcleo de Sant Martí Sarroca a nuestros pies, nos muestra la simbiosis a lo largo de tantos siglos de la actividad humana con su entorno natural. El santuario de Foix y el pueblo viejo de Font-rubí destacan en la sierra y, en primer término, al lado del antiguo camino que comunica Sant Martí con Torrelles de Foix, la ermita de origen románico de Sant Joan de Lledó, testimonio de la repoblación del territorio en tiempos de fronteras. El curso alto del Foix nos ofrece indescriptibles pozas y rutas de senderismo hacia los Pèlags de Foix, hoyos de agua estancada rodeados de indómitos paisajes. Y también, resiguiendo el río, podemos encontrar un número importante de antiguos molinos harineros para moler el grano.